Llegados a este punto, hacemos balance de las distintas tareas (investigación, estudio, comprensión y redacción) que hemos desarrollado para la confección de nuestro trabajo, así como del resultado positivo que creemos que hemos conseguido.
En primer lugar, podemos decir que con la ayuda del libro Culturas y acción comunicativa: Introducción a la pragmática intercultural, no hemos podido comprender todos los fundamentos básicos de las Estrategias conversacionales desde una perspectiva intercultural, ya que no disponíamos de un conocimiento enciclopédico sobre este tema. Por ello, entre otras cosas, hemos tenido que revisar los apuntes de clase, recordar teorías anteriormente estudiadas en asignaturas como Lingüística, consultar otros manuales académicos de pragmática intercultural, como por ejemplo Pragmática intercultural de Antonia Sánchez Macarro, Vicent Salvador Liern, Josep-Ramon Gómez Molina, El poder de la palabra y la nueva torre de Babel: Ensayo sobre el uso actual de la lengua, de Ramón Grande del Brío, etc.
En segundo lugar, una vez hemos adquirido un cierto bagaje de información sobre este tema, hemos pasado a estudiar las cuatro máximas conversacionales (máxima de calidad, máxima de cantidad, máxima de relevancia y máxima de claridad (breve, ordenado y claro)), ya que para confeccionar el blog era necesario saber concretar la información y exponerla con claridad.
En tercer y último lugar, es importante apuntar que con la consulta, estudio y comprensión de las materias anteriormente citadas, y con la minuciosidad con la que hemos expresado todas nuestras ideas, pensamos que el resultado de este trabajo ha sido positivo, porqué todo lo que rodea el ámbito pragmático de las estrategia conversacionales queda ausente de ambigüedades y, por tanto, claramente esclarecido: toda estrategia conversacional requiere el contraste de las distintas categorías pragmáticas desde la óptica de la comunicación intercultural, ya que en una sociedad multicultural como la nuestra, las estructuras verbales o no verbales son el elemento clave para la interacción de todo individuo.